Adela Bracho. Nació en Maracaibo, Venezuela. Sus poemas están publicados en diferentes revistas literarias y redes sociales.
TIEMPO
El presente agonizante se viste con traje de marcha
Mientras mira con optimismo la progresiva muerte
De la esperanza…
Es de sabios retirarse y descansar
Y si me preguntas te diré que me fui por amor
Porque no quiero llegar a odiarte…
Eras mí tiempo y tú y yo sabemos que no hay tiempo
Se quedó dormido en algún recodo
Paralizadas las manecillas del reloj.
Afuera llueve, escampa, sale el sol, se oculta el sol,
Llega la luna bailando, se cierra la noche,
Se abre el telón del amanecer portando la verdad
que se posa frente a mí como una daga.
Al final de la historia lo que parecía amor
Solo era un pedazo de espejo disfrazado de ilusión,
Letras que plasmé para tratar de detener el tiempo
Y él me detuvo a mí llevándome de vuelta a la soledad
Que es como el silencio…jamás traiciona.
LA FUNCION
Detrás del telón el alma descansa
Al terminar la función.
En la penumbra de sus oscuridades
Deja caer su traje de luces,
Abre la ventana del ayer y descuelgan tus ojos
Acechantes, me embisten
Traspasan mis defensas, me invaden
Al cruzar los míos, entristecidas ostras
Que tallaste a punta de estocadas,
Sorprendidas asoman en cada uno
Perlas retenidas de dolor ya muy dolido
De esas que no saltan, se quedan ahí…
Como certeza de tu existencia,
Puñales, saetas, dagas en vuelo despiadado
Se clavan en el cuerpo adolorido…
Otro día, otra función…
Cierra la ventana, se viste de colores,
Sube al escenario ¡arriba el telón!
Y llueven los aplausos…
MUJER MADURA
De pie frente al espejo huyes de su reflejo,
Buscas en él a la que fuiste sin querer ver la que eres.
¡Eres hermosa mujer! Tu belleza está en tu historia.
Por fuera la piel se arruga, la del alma se tempera.
Tu belleza está en vivir cantando como sirena
Inventando sueños… abrazando estelas,
Sin importar que afloren las canas en tu melena.
No cubras con disfraces a la que eres
Tu belleza es ser, no intentes parecer
Aférrate a tus ganas que siempre tañerán las campanas.
No guardes para mañana ni la próxima semana.
Ríe, salta, baila, llora, aprende, ama,
Porque la vida va enseñando a dejar de mirar para poder ver.
OLEAJE
Cuando apenas eres la sombra de un caracol dormido
Espiando desde el acantilado, como una luz apenas entreabierta
Trayendo el rugir del viento, surcas el espacio con la medida exacta de tus ojos.
Resurges de las olas y gira el mar llamándome a lo lejos.
Desnudas los recuerdos…emerjo cual sirena,
De todo me despojas, soles rojos arden,
Las gaviotas cantan con sus alas un nombre ya olvidado.
Y dejo de pensar en tantas cosas muertas,
En tantas cosas que acuden a golpear mi rostro…
Aparece la última luz del día, suenan las guitarras,
Cantan los pájaros, olas de placer surcan mi cuerpo expuesto,
De los ojos dormidos brota la ternura, los labios regocijan el regreso,
En la playa desierta renacen fragancias retorcidas,
Ancladas naves cruzan la noche y gimen las ganas desprendidas.
Un rio de peces imprevistos danzan las entrañas.
La humedad concurre en vendaval, golpea, hiere, lastima,
Penetra llenando todo hasta el origen mismo de la sangre,
Un hilo desangrado viene y descalza el olvido,
Caballos poderosos arrasan con mi hoguera
Y estas de nuevo aquí tranquilamente, caracol sembrado en el silencio.
TRANSITO
El tiempo detenido…
sordo a los pasos de febril pisada,
Delgados hilos bordan
una existencia romántica aquí
donde el musgo resbala sobre bordados antiguos.
Necio eco del alma silenciada,
precarias marcas de huellas lejanas,
Muro derruido cubierto por las hojas
del árbol que aun cobija tu robusta sombra,
Puerta cerrada …
donde había un sendero de flores dibujadas.
Los días transcurren con vestidura amable,
leve alegría visita el alma
Con traje de remanso y vacio entrañable.
Una mano inerte escribe versos mustios
de aquellos felices ritos olvidados,
Transita el alma buscando la lumbre alrededor del sueño
más sus pupilas están cegadas…
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