Gabriela Fabiana Rivero. Nació en Rosario Santa Fe, vive en Ushuaia hace 26 años y se declara Fueguina por adopción. Es Profesora de Enseñanza Primaria y se especializa en Alfabetización Inicial y Promoción de la lectura. Colabora leyendo en el Centro de Prevención de Adicciones. Escribe tímidamente hace algunos años. Ha sido seleccionada para antologías por Absenta Poetas (España) Letras del Face- Editorial Dunken y se encuentra en proceso de edición su primer poemario “Estalactitas y soles” por Ushuaia Libros Ediciones.
INFIERNO DE BARRO
Que el infierno de estos últimos días
no derrumbe la esencia de barro
que el cielo no anuncie sombras
los días nublados
si hay que atrapar la sombra
sólo sea para invitarla a jugar
Que haya noches de lunes azules para dos
que las sabanas dancen fiestas
al son de mañanas inundadas de rocío
Que la solidaridad sea un gesto cotidiano
la libertad y la osadía compañeras
que la poesía siempre nos rescate
Que los huracanes de primavera
no lluevan piedras de dolor en la ventana
que no haya que esperar más tormentas
para que la velocidad de un rayo
nos parta de imprevisto el corazón
una tarde de lluvia de verano
y si llega el otoño/después de haberme enamorado
venga a contarme cada arruga
que aquí lo estaré esperando
como espero el silencio de las estaciones
cuando brotan en mi cabeza las palabras.
RESPLANDORES
El resplandor de un te quiero
circula en mi cabeza
heridas que un atajo suturo sin hacer nudos
Deseos innombrables
por temor a que se cumplan
estrellas fugaces
trozos de un cielo apagado
Insomnio amanecido
invitación a hurtarle al viento
hasta la última metáfora
Palabras malditas
agitan deseos
detrás de ese te quiero
que sólo resplandece en mi cabeza.
NO ME OLVIDES
El olvido es un país lleno de gente,
donde todos vamos a encontrarnos.
Sumergir algo, alguien, en ese país,
es peligroso…
repleto de paisajes amados,
odiados,
invisibles,
de cosas inservibles
añoradas.
Nunca olvidarás completamente.
No puede romperse y tirar,
el pasado al olvido.
No puedes ilusionarte,
con la felicidad eterna e inmortal.
La inmortalidad dura un segundo,
igual la felicidad.
En ese país tarde o temprano,
todos, vamos a estrellarnos,
con cada uno de nuestros fantasmas,
o monstruos vivos.
No creo en dioses, ni en titanes,
si la suerte está en mis manos…
¡Mataré a nuestros monstruos de este lado de la línea!
Si el olvido existe…
que solo me encuentre con vos,
en un segundo de felicidad.
VÉRTIGO
Una enredadera trepa por mis piernas,
melancolía de vos que me traiciona,
la angustia es mejor inspiración.
El vértigo corre transparente
entre mis dedos,
la luz amanecida en mi alma,
humedece el deseo como rocío.
Otra vez:
vértigo de mi,
vértigo de vos,
y me desplomo
en el agujero de siempre.